Google
UNIDAD MEDICA SAN JUAN Ginecoobstetricia

14 mar. 2010


EL CANSANCIO Y EL ERROR MEDICO

Esta claro que actividad ocupacional o profesional en exceso, en cualquier desenvolvimiento humano produce un cansancio que va a insidir en su desenvolvimiento profesional.

El acto médico no escapa a este parámetro ya que a medida que el cansancio se apodera del profesional aumentan las probabilidades de cometer un error médico que lo puede ver incurso en un error de diagnostico, en fallas en la solicitud de exámenes determinantes en un caso determinado, y por supuesto un diagnostico y terapéutica deficiente.

Primero que nada, nuestras emergencias venezolanas abarrotadas de pacientes, con déficit institucional de insumos y sobretodo carga excesiva de trabajo, en particular del Residente e interno, órgano de choque inicial de este organigrama medico, que además ve incurso al especialista de guardia, al personal paramédico que están de guardia en una institución hospitalaria en cualquier día laboral.

Primeramente, Los residentes no son super hombres ni super mujeres. Su devoción por la Medicina, no nubla su vista ni sus sentimientos. Las guardias, los turnos doblados, la presión del médico adjunto... Muchos se agotan, se sienten desorientados, se afligen o incluso abandonan su periodo de entrenamiento. En un artículo de la revista 'JAMA' dedica parte de su contenido a analizar la situación actual de los residentes de Estados Unidos y ofrece recomendaciones para mejorarla.

Uno de estos trabajos, dirigido por Colin P. West, de la Clínica Mayo (Minessota, EEUU), se centra en analizar la relación entre la fatiga y la ansiedad que sufren muchos residentes y la probabilidad de que éstos cometan errores médicos -que pueden llegar a afectar hasta "un 50% de los pacientes hospitalizados"-. Para ello, se centraron en los datos aportados por 380 residentes de Medicina Interna del citado centro sanitario, que respondieron a distintas encuestas.

De los 356 participantes que afirmaron haber cometido algún error durante la práctica médica, 189 (un 39%) afirmaron ser los responsables de, por lo menos, un fallo importante durante el periodo de estudio, que comenzó en 2003 y finalizó en 2008.

En general, aquellos que se equivocaron, con cierta gravedad, presentaron una peor calidad de vida y estaban más cansados de su labor. Además, afirmaron encontrarse más fatigados y un 68,7% dio positivo, por lo menos una vez, en una prueba para detectar la depresión", explica el trabajo.

Junto con el cansancio, la somnolencia también se relacionó con un aumento en las probabilidades de errar. En este sentido, el documento subraya que la fatiga y la angustia, que muchos residentes reconocieron sentir, se asociaron de manera independiente con una peor práctica médica.

"El riesgo de que un residente de Medicina Interna informe de un error médico grave puede aumentar un 15%, 20% y 28%, respectivamente, según se incrementa la fatiga, la depresión o ambos", concluye el estudio.

Por otro lado, la actitud y las expectativas con las que se embarcan estos médicos 'en formación' también resultarán esenciales en su forma de practicar la Medicina durante el periodo de residencia. Es el tema central de otro de los trabajos aparecidos en la revista de la Asociación Americana de Medicina y capitaneado por Heather Yeo, de la escuela de Medicina de la Universidad de Yale (Connecticut, EEUU).

Estos investigadores encuestaron a 4.402 residentes de Cirugía, procedentes de 248 programas de distintos centros de EEUU. Aunque la mayoría afirmó estar satisfecho con su formación (un 85,2%), sobre todo los hombres, también salieron a la luz algunas "necesidades no cubiertas y determinadas aprensiones".

Ante las dificultades, una cuarta parte de los hombres y una tercera parte de las mujeres "no sentían poder acudir en las estructuras de ayuda de los programas o a los propios especialistas". Entre las vulnerabilidades percibidas, destacaron la falta de confianza a la hora de trabajar solos o el miedo a perjudicar a los pacientes.

En este contexto, 661 médicos consideraron abandonar su residencia en alguna ocasión, sobre todo los de segundo año (un 19,2%), frente a los del quinto (un 7,2%). La mujeres fueron las que más se plantearon su vocación y las que más expresaron su falta de confianza a la hora de llevar a cabo procedimientos médicos por sí solas, antes de terminar la formación.

Viendo estos datos de trabajo nos podrían ayudar a la hora de diseñar programas que hagan más atractiva la Cirugía General; se trata de una especialidad que cada vez se elige menos y de la que se espera haya carencia de profesionales en un futuro no muy lejano.

Analizando estos parámetros debemos empezar desde abajo para diseñar un esquema de trabajo que nos evite estar ante un jurado, defendiéndonos de una acusación por un error médico, o por mala praxis, es decir desde los estudiantes que hacen 24 horas de guardia y luego tienen que asistir a actividades de piso, hasta los internos y residentes que son el órgano de choque de las emergencia, esto va para los médicos jefes para que tomen conciencia que ningún tiempo pasado fue mejor, y que debemos adaptarnos a las situación que vivimos los venezolanos y en especial los médicos, Hasta la próxima

No hay comentarios.: